Las tripulaciones de Salvamento Marítimo están bajo mínimos para atender la crisis migratoria en nuestras costas.
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En muchas unidades, que están rescatando decenas de personas a diario, apenas van tres tripulantes. La plantilla de dichas unidades, esta por debajo de las de hace 8 años.
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Los trabajadores de Salvamento Marítimo, además tienen que atender las emergencias marítimas habituales.
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Se están superando continuamente limites de trabajo, no solo desde un punto de vista legal, sino desde cualquier prisma razonable.
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Desde CGT hemos reclamado de forma reiterada que se tomen medidas inmediatas para hacer frente a la situación.
15 de septiembre de 2017
Ayer tarde y noche, las tripulaciones de Salvamento Marítimo volvieron a salvar a varias decenas de personas. En algunos casos, como le ocurrió a la Salvamar Spica (con base en Almería), in extremis, solo la celeridad de estos profesionales con la inestimable ayuda de contar con una embarcación que pudieron mantener a mas de 30 nudos, evito el desastre. Diez personas, a punto de hundirse la neumática donde se jugaban la vida con el plan rajado y el espejo de popa a punto de romperse.
Poco después, la Salvamar Gadir (Barbate), la Salvamar Arcturus (y el Helimer 220, hicieron los mismo con dos pateras en aguas del estrecho. Niños, mujeres y hombres fueron arrebatados a la mar por la generosa obstinación de nuestros compañeros. Escenas parecidas han padecido en Barbate, Motril, Taria, Ceuta, etc, sin olvidar al Helimer de Jerez y a todos aquellos que colaboran y participan en esta ingente labor.
Salvamento Marítimo tiene encomendado como funciones principales la salvaguarda de la vida humana en la mar y protección del medio marino. Esto engloba multitud de servicios que son comunes a los medios de interevención en todo nuestros territorio; embarcaciones con averias, hundimientos, incendios, evacuaciones de enfermos y heridos, búsqueda de desaparecidos,control de contaminaciones, etc. etc.
A todo esto, las embarcaciones de Salvamento Marítimo de Alicante a Cádiz, deben sumar a estas actividades, la tarea del rescate de pateras. La variedad y complejidad de los trabajos de rescate de inmigrantes, así como la atención y concentración necesarias, hacen que los tripulantes de Salvamento Marítimo se vean a menudo desbordados y al borde del agotamiento, entrando en peligrosa situación de fatiga. De éste modo el riesgo de accidente sube exponencialmente, poniéndose en peligro el resultado de la emergencia y la seguridad de las propias tripulaciones.
La fatiga de los tripulantes es un factor de riesgo en accidentes marítimos de tal calibre que la propia OMI (Organización Marítima Internacional) le ha dedicado a su prevención una buena parte de la legislación en las Enmiendas de Manila, del año 2010 (en vigor en España desde el 4 de junio de 2012), éstas enmiendas son parte del Convenio Internacional de Titulación y Guardia para la Gente de Mar (Convenio STCW).
Por tanto cualquier medida encaminada a prevenir la aparición de la fatiga en las tripulaciones de Salvamento no sólo es necesaria, es vital.
Los inmigrantes rescatados por las tripulaciones de Salvamento Marítimo deben ser atendidos por éstas y trasladados en penosas condiciones, empapados, con frío, agotamiento físico y psíquico y mucha incertidumbre. Muy a menudo las salvamares reciben órdenes de proceder a Tarifa o Almeria (dependiendo de la zona) cuando tienen puertos seguros más cercanos (por ejemplo Barbate o Garrucha respectivamente) que acortaría en gran medida las navegaciones con inmigrantes a bordo, reduciendo así el tiempo y el riesgo, tanto para los náufragos como para los tripulantes. Las Autoridades pueden pensar que una Salvamar es algo parecido a un transporte de inmigrantes sin más, pero es un medio de Salvamento de primera necesidad y las circunstancias a las que se enfrentas las tripulaciones son muy complicadas ó pueden llegar a serlo con mucha facilidad. Es inadmisible que se haga navegar a una Salvamar más tiempo del estrictamente necesario. No pueden primar razones políticas por encima de la seguridad.
Representantes de CGT-MAR han mantenido durante el verano reuniones con los responsables de Salvamento Marítimo y también en las Capitanías Marítimas para exponer los riesgos a los que se enfrentan las tripulaciones y que, de no tomarse acciones para minimizarlos, seguirán provocando situaciones potencialmente muy peligrosas para las personas a bordo de las salvamares, tanto los inmigrantes rescatados como los propios tripulantes.
Si no se toman medidas, lo previsible puede ocurrir, y sería desastroso para todos.
Mientras las cifras dejan claro que en la llegada de inmigrantes por mar en nuestro país se están alcanzando niveles similares al año 2009, las Salvamares de la zona en Barbate, Ceuta, Melilla, Estepona, Cádiz, Cartagena, Málaga, etc, cuentan con menos tripulantes para realizar este trabajo que hace 8 años.
El envió de la Guardamar Concepcción Arenal a la zona ha sido una medida buena pero completamente insuficiente. Desde CGT exigimos que SASEMAR y el Ministerio de fomento, elaboren un Plan especifico para reforzar los medios de Salvamento Marítimo en la zona afectada por la llegada de Pateras y Cayucos, con objeto de mantener y asegurar la eficacia de nuestra intervenciones, y por supuesto la salud y seguridad de los tripulantes.
En esa linea y como siempre, pueden contar con nuestra leal colaboración para dar respuesta al problema. En caso contrario, no dudaremos desde CGT, en tomar las medidas necesarias para proteger a quienes prestan este servicio público, y en asegurar la eficacia del mismo.
Enrique Tarrida
Secretario General de CGT MAR Y PUERTOS
cgtsectormar@cgt.es 639570144